El científico Jim Smith en conversación con el periodista de National Geographic John Wendle, Señala que aun en medio de la magnitud de tragedia nuclear de Chernobyl la desocupación y abandono del ser humano, dio pie a que resurgieran las especies animales y vegetales, ya que sin el hombre el mayor depredador de recursos de la tierra, la vida salvaje logra desarrollarse progresivamente y de forma mentenida para Smith:"
No decimos que los niveles de radiación sean buenos para los animales; sabemos que dañan su ADN. Pero la habitación humana y el desarrollo de la tierra son peores para la vida salvaje”,
También aseguro Smith:
“La naturaleza florece cuando los humanos son eliminados de la ecuación, incluso después del peor accidente nuclear del mundo”, afirmó Smith, (Profesor de ciencias terrestres y ambientales en la Universidad de Portsmouth, Reino Unido)
Imagen tomada de: BBC Mundo |
En lugares asolados lluvia nuclear y armas químicas, las poblaciones de animales salvajes se han recuperado en grandes cifras en tierras que hemos vuelto demasiado contaminadas –o peligrosas- para la habitación humana.
La vida animal y vegetal está repuntando con fuerza en la zona del desastre nuclear de Chernóbil, que ha permanecido inalterada por la actividad humana durante casi 30 años, informa Jim Smith, científico ambiental y autor de un nuevo estudio sobre la vida cerca del sitio, publicado el lunes.
“Se parece mucho al paisaje del resto del área en Ucrania y Bielorrusia, pero sin personas”, dijo. “Hace diez años, era como un pueblo invadido por el bosque. Hoy es como un bosque que se ha tragado unos cuantos edificios”.
Zona de exclusión nuclear de Chernóbil: desastre nuclear
Lobos, alces, jabalíes, osos, linces, ciervos y docenas de especies prosperan en el área evacuada tras el desastre de Chernóbil, informa el nuevo estudio de Smith.
El accidente nuclear de Ucrania, ocurrido en 1986, fue uno de los peores en la historia y obligó a evacuar a 116,000 personas de una zona de 4,144 kilómetros cuadrados. Pero hoy, las poblaciones de fauna están multiplicándose en el área que une la frontera de Ucrania con Bielorrusia.
La reserva natural “accidental”, creada en esta “zona de exclusión” casi completamente despoblada, está repleta de grandes herbívoros y depredadores, incluido el raro lince europeo y el oso pardo europeo, los cuales no se habían visto en la región desde hace casi un siglo.
También han prosperado el caballo de Przewalski y el amenazado bisonte europeo, introducidos en el área. Abundan los lobos, cuyos niveles poblacionales son siete veces mayores que en reservas comparables que no fueron contaminadas por la lluvia nuclear.
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